"El espíritu es puro y se halla bajo el control y la influencia especiales del Señor, pero el cuerpo pertenece a la tierra y está sujeto a la influencia del diablo, y está bajo la influencia poderosa de esa naturaleza caída que es de la tierra. Si el espíritu se deja gobernar por el cuerpo, entonces el diablo tiene poder para gobernar el cuerpo y el espíritu de tal hombre. . . "
. . .Cuando os halléis llenos de pasión maligna, y sentáis el deseo de dejaros llevar por ella, debéis deteneros y permitir que el espíritu, que Dios ha puesto dentro de vuestro tabernáculo, tome la iniciativa. Si así lo hacéis, os prometo que podréis superar toda iniquidad y lograr la vida eterna." (Discourses of Brigham Young, pág. 70.)
No hay comentarios:
Publicar un comentario