lunes

Thomas S. Monson

“Debido al carácter tan sagrado de la intimidad sexual, el Señor requiere el autocontrol y la pureza antes del matrimonio, al igual que plena fidelidad después de casados… Las lágrimas inevitablemente siguen a la transgresión. Hombres, no hagan llorar a las mujeres, porque Dios lleva la cuenta de las lágrimas que ellas derraman”
(Thomas S. Monson Liahona, Enero de 1991, pág. 53).

1 comentario:

Anónimo dijo...

No encontre el discurso completo, me pueden enviar un enlace donde pueda leerlo?
Gracias.