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miércoles

Spencer W. Kimball


"El Señor nos ha dado a todos parte de su autoridad, como poseedores que somos de ese sacerdocio, pero
podemos reclamar los poderes de los cielos sólo sí nos basamos en nuestra rectitud personal. Para que el poder del sacerdocio sea entonces realmente ejecutado en una familia, se requiere la rectitud de sus hombres y jóvenes. Llamamos la atención de todos los poseedores del sacerdocio al hecho de que la relación existente con nuestras esposas, madres y hermanas es tal, que debemos estar en condiciones de arrodillarnos juntos, ya sea en los altares del templo o en nuestros propios hogares, y de servir juntos, uno junto al otro, en una hermosa asociación" 
(Spencer W. Kimball, "Los héroes de la juventud", Liahona, agosto de 1976. cursiva agregada).

Spencer W. Kimball


"Es sumamente apropiado para la juventud del Sacerdocio Aarónico de la misma forma que para los hombres del Sacerdocio de Melquisedec, establecer silenciosa pero decididamente metas personales serias por medio de las cuales puedan mejorar, seleccionando algunas que deseen alcanzar en períodos de tiempo específicos. Si los poseedores del sacerdocio de nuestro Padre Celestial carecen del indispensable dinamismo, aun cuando estén bien encaminados, tendrán escasa influencia sobre los demás. Vosotros sois la levadura de la cual depende el mundo, y debéis utilizar vuestros poderes para detener a un mundo errante y sin metas" 
(Spencer W. Kimball, "Los héroes de la juventud" Liahona, agosto de 1976).

lunes

Bruce R. McConkie

"Aquellos de nosotros que poseemos el sacerdocio somos los agentes del Señor. Somos sus representantes. Nos encontramos en su lugar. Se nos ha designado para realizar lo que El desea que se haga. Debemos hacer lo que El haría si estuviera personalmente ejerciendo su ministerio entre los hombres. Los agentes reciben su poder y autoridad de su jefe o administrador; ellos están autorizados para hacer lo que él desee que se haga. Ningún poder tienen ellos de sí mismos. Lo mismo sucede con nosotros. Somos los agentes y siervos del Señor, y El nos ha autorizado para hacer ciertas cosas por El y en su nombre. El Señor Jesús es nuestro modelo"
(Bruce R. McConkie,Conference de Area, La Paz, Bolivia , Marzo de 1977).

Theodore M. Burton

Me parece que cuando nos unimos a la Iglesia de Jesucristo, y especialmente cuando recibimos el juramento y convenio del sacerdocio, debiéramos comprometernos en forma plena y total a la causa de Dios. Con esto no quiero decir que debemos renunciar a nuestras ocupaciones diarias o a nuestro interés en los asuntos diarios de la humanidad, a menos que seamos llamados de Dios para hacerlo. Lo que quiero decir es que debe efectuarse un cambio verdadero en nuestra manera de pensar, tan completo y total que nuestras vidas cambien para bien en lo referente a nuestras actitudes y acciones."
(Theodore M. Burton "The Need for Total Commitment", Ensign, Enero de 1974)

Spencer W. Kimball,

"Os comunicamos una vez más que es una gran bendición poseer el sacerdocio. Podemos ser un miembro del sacerdocio muy simple o uno muy magnífico. Algún día podremos decir, tal como el Salvador, 'Calla, enmudece' (Marcos 4:39), y la tormenta se desvanecerá. Podremos decir, tal como el Salvador, 'Bendice este ojo ciego, este oído sordo', y se efectuará un milagro. Hermanos, nuestros milagros son más o menos tan fuertes como nosotros somos"
(Spencer W. Kimball, Amsterdam Conference Área Report, Agosto de 1976).

N. Eldon Tanner

"El sacerdocio es el vehículo para bendecir a todos: hombres, mujeres y niños. Es por medio del sacerdocio que recibimos y administramos las ordenanzas del evangelio, que incluyen el bautismo, la confirmación, la Santa Cena, todas las ordenanzas del templo, incluso el sellamiento por esta vida y la eternidad, y la obra por los muertos. Por el poder del sacerdocio los enfermos se sanan, se habilita a los lisiados para que puedan caminar, a los ciegos para que puedan ver, y a los sordos para que puedan oír, según la fe que tengan y la voluntad de nuestro Padre Celestial. Las bendiciones del sacerdocio consuelan a los que lloran y ayudan al necesitado"
(N. Eldon Tanner "The Priesthood of God", Ensign, junio de 1973).

H. Burke Peterson

"Existe una diferencia entre la autoridad y el poder del sacerdocio. Estas dos palabras, refiriéndose al sacerdocio, no son necesariamente sinónimos. Todos los que poseemos el ?sacerdocio tenemos la autoridad para actuar por el Señor, pero su eficacia o, si gustáis decirlo de otro modo, el poder que recibimos a través de esa autoridad, depende de nuestro [modelo] de vida, depende de nuestra justicia"
(H. Burke Peterson "La autoridad y el poder del sacerdocio", Liahona, agosto de 1976)

Charles W. Penrose

"En esta Iglesia. . . existen amplias oportunidades para servir —suficientes para todos los hombres. Cada hombre. . . puede encontrar algo que hacer para ejercer los poderes con que ha sido investido, al magnificar su oficio o llamamiento en el sacerdocio. . . Si buscamos el espíritu de ese llamamiento, encontraremos muchas oportunidades para el ejercicio de nuestros deberes. Pero la gran dificultad es que muchos de nosotros quedamos satisfechos simplemente con el hecho de haber recibido el sacerdocio. . . Hermanos, existen privilegios y poderes con respecto a estos llamamientos. . .
". . .Este sacerdocio es una realidad y no un simple nombre; no es un simple llamamiento de palabra, sino un oficio que nos confiere poder e influencia que provienen del Todopoderoso. . . En él existen fuerza, poder y salvación."
(Charles W. Penrose Deseret News Weekly, 21 de abril de 1880)

sábado

George Q.Cannon

A veces es fácil ponernos nerviosos cuando se nos pide que usemos nuestro sacerdocio. "Si a un hombre que posee el santo sacerdocio se le llama para oficiar en cualquiera de los deberes de su llamamiento, debe asegurarse de cumplir con lo que debe hacer; y si el Señor no ha dado ninguna fórmula exacta, debe confiar en que el Espíritu del Señor llenará su corazón e inspirará su lengua, y si está haciendo lo que debe no se equivocará. Nuestro Padre Celestial no lo tendrá por transgresor por su falta de exactitud verbal causada por su nerviosidad; por otra parte, todo oficial debe hacer lo mejor que pueda cuando esté ministrando en las cosas de Dios; el descuido personal o la liviandad en el manejo de las cosas sagradas o en el desempeño de los ritos sagrados le causa mucho disgusto a Aquel en cuyo nombre estamos oficiando"
(George Q. Cannon Gospel Truth, 1:247)