jueves

Larry R. Lawrence

Es de vital importancia que los padres tengan el valor de defender lo correcto y de intervenir antes de que Satanás tenga éxito.
Ser un padre o madre valiente no siempre implica decir “no”. Los padres también necesitan valor para decir “sí” al consejo de los profetas modernos. Nuestros líderes de la Iglesia nos han aconsejado establecer hábitos rectos en nuestro hogar. Consideren cinco prácticas fundamentales que tienen el poder de fortalecer a nuestros jóvenes: la oración familiar, el estudio de las Escrituras como familia, la noche de hogar, el cenar juntos y las entrevistas individuales periódicas con cada uno de los hijos.
Hace falta valor para interrumpir a los hijos de lo que estén haciendo y juntarlos para arrodillarse como familia. Hace falta valor para apagar el televisor y la computadora y guiar a la familia a través de las páginas de las Escrituras todos los días. Hace falta valor para rechazar invitaciones los lunes por la noche a fin de reservar ese momento para la familia. Hacen falta valor y fuerza de voluntad para evitar programar demasiadas actividades a fin de que la familia pueda estar en casa a la hora de la cena.
Lo que el mundo realmente necesita son padres y madres valientes que no teman defender lo correcto y adoptar una postura.
(Conferencia General 03 Oct. 2010)

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