Estoy agradecido por ser miembro de la Iglesia; y mi testimonio de su divinidad pende en la simple historia del muchacho en la arboleda arrodillándose y recibiendo visitantes celestials –no un Dios, sino dos personajes separados e individuals, el Padre y el Hijo, revelando otra vez a la tierra los personajes de la Deidad o Trinidad. Mi fe y testimonio penden de esta simple historia, porque si no es verdad, el mormonismo tampoco lo es. Si es verdad –y yo doy mi testimonio que lo es- es uno de los más grandiosos y únicos sucesos en toda la historia”.
“José—El Vidente”, discurso dado el 15 de diciembre de 1960, en Logan, Utah.
“José—El Vidente”, discurso dado el 15 de diciembre de 1960, en Logan, Utah.
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