sábado

John A. Widtsoe

Al recibir las ordenanzas del evangelio, hacemos convenio con el Señor. Le prometemos obedecer sus mandamientos; y a su vez El promete bendecirnos de acuerdo con nuestra fidelidad.
"Tanto en el mundo espiritual como en el material, la ley de causa y efecto es la que gobierna. Se debe pagar el precio por cada cosa que se recibe. Esa es la justicia más alta. Por lo tanto, los actos conocidos como ordenanzas son aquellos mediante los cuales se logran ciertas cosas que se desean. Mediante el bautismo, se convierte uno en miembro de la Iglesia; mediante la unción con aceite consagrado, los enfermos a menudo son sanados. Las ordenanzas sirven también como testigos o como una firma para sellar los acuerdos espirituales que se hacen. Al ser sumergidos en el agua por alguien que tiene la autoridad damos testimonio de que aceptamos el evangelio; y al participar de la Santa Cena renovamos nuestro testimonio y fe para con el Salvador y Dios. El significado de las ordenanzas confirma su necesidad en una organización edificada sobre método y orden.
"Las ordenanzas de la Iglesia son pocas en cantidad, pero muy importantes"
(John A. Widtsoe Programs ofthe Church, pág. 107).

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