Seamos gente que asiste al templo. Asistan al templo tan frecuentemente como se los permitan las circunstancias personales. Mantengan una foto del templo en su hogar que sus hijos puedan ver. Enséñenles acerca de los propósitos de la Casa del Señor. Hagan que ellos planifiquen desde la edad más temprana que puedan ir allí y permanecer dignos de esa bendición”.
(Howard W. Hunter “Superar las grandiosas y preciosas promesas,” Ensign, Noviembre de 1994)
(Howard W. Hunter “Superar las grandiosas y preciosas promesas,” Ensign, Noviembre de 1994)
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